- Dr. Roberto J. Sosa Milke
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Cirugía Oral y Maxilofacial. Cirugía Ortogmaítica.
Calle 32 No. 242. García Ginerés. Consultorio 328.
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Cuando aparece en la boca una cavidad que se encuentra llena de líquido, material semisólido, aire, o una combinación de todas ellas cubierta por un exterior escamoso estratificado, nos encontramos ante un caso de quiste odontogénico que puede acabar con el hueso del maxilar o provocar el movimiento de los dientes.
Cuando éste vuelve a aparecer de nuevo por causa de una infección, el hueso puede destruirse y provocar signos que se aprecian a simple vista como la deformidad del hueso, el desplazamiento radicular o la movilidad dentaria.
La mayoría de los quistes en la boca son benignos (no cancerosos) y no suelen ser peligrosos, aunque pueden causar molestias o complicaciones si crecen demasiado o se infectan. Estos quistes en la boca pueden aparecer en distintas zonas: en la parte interna de los labios, en la lengua, el paladar, el suelo de la boca, la cara interna de las mejillas e incluso en las encías o en el hueso alrededor de los dientes.
En muchos casos, los quistes bucales cursan sin síntomas evidentes de dolor. De hecho, suelen descubrirse porque la persona nota al tacto una protuberancia o bulto inusual en alguna parte de la boca. Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la ubicación del quiste, pero algunos signos y manifestaciones frecuentes son:
Bulto visible o palpable: Es el signo principal. Puedes notar una pequeña pelota o abultamiento bajo la mucosa. Por ejemplo, un mucocele en el labio se ve como un bultito blando de color transparente azulado o rosado.
Ausencia de dolor: La mayoría de quistes bucales no duelen. Puedes tener un quiste bastante grande sin sentir dolor, a menos que esté infectado.
Molestia, presión o sensibilidad: Existe cierta molestia o presión en la zona del quiste, especialmente al masticar cerca de él o al rozarlo con la lengua. Si el quiste crece mucho, puede interferir en la masticación, el habla o la deglución. En el caso de quistes en el piso de la boca (ránulas) de gran tamaño, incluso pueden dificultar el movimiento de la lengua.
Inflamación o hinchazón: Cuando un quiste crece dentro del hueso maxilar puede provocar una inflamación visible en la encía o incluso una leve hinchazón facial en la zona. La encía sobre el quiste puede notarse abultada.
Aunque todos estos quistes no suelen ser tumorales, es importante prestarles atención para que no causen problemas mayores. Como siempre recordamos, las revisiones periódicas al dentista pueden prevenir y localizar a tiempo problemas que con el tiempo pueden llegar a ser mucho más perjudiciales para la salud.