GASTROPARESIA ¿Por qué los músculos de tu estómago y tu intestino no funcionan con normalidad?

La gastroparesia es un trastorno digestivo en el cual no existe motilidad gástrica o ésta es anormal. Si la persona goza de buena salud, el estómago funciona en forma normal y la contracción estomacal ayuda a triturar la comida ingerida, para luego propulsar el alimento pulverizado hacia el intestino delgado, en donde continúa el proceso de digestión y absorción de nutrientes.

Ante la presencia de esta afección, el estómago no puede contraerse normalmente; y por lo tanto, no es capaz de triturar los alimentos ni propulsarlos hacia el intestino delgado en forma adecuada. El proceso de digestión normal podría no llevarse a cabo.

Existen muchas causas para la gastroparesia, y la diabetes es una de las más comunes para esta enfermedad. Entre otras causas están: infecciones, trastornos del sistema endocrino, trastornos del tejido conectivo como la esclerodermia, enfermedades neuromusculares, cáncer, tratamiento de radiación en el tórax o abdomen, algunos tipos de quimioterapia, y cirugía del tracto intestinal superior.

Toda cirugía que se realiza en el esófago, estómago o duodeno podría redundar en una lesión del nervio vago. El nervio vago es el responsable de muchas respuestas sensitivas y motoras (musculares) del intestino. Cuando la persona goza de salud, el nervio vago envía impulsos a través de neurotransmisores al músculo liso del estómago para producir una contracción y propulsar los contenidos gástricos. Si se lesiona el nervio vago durante una operación, el vaciamiento gástrico podría no llevarse a cabo.



Entre los síntomas de gastroparesia están: distensión abdominal, náusea, llenura prematura mientras se come, acidez estomacal y dolor epigástrico. El síntoma más común es, probablemente, la saciedad precoz; es decir, una sensación de llenura que se presenta poco después de empezar a comer. La náusea y el vómito también son comunes.

Una persona con gastroparesia podría regurgitar o vomitar alimentos no digeridos muchas horas después de su última comida. La persona puede perder peso a consecuencia de la mala absorción de nutrientes o debido a que aprovecha muy pocas calorías.

Muchas personas con este padecimiento pueden llevar una vida relativamente normal, cuando la parálisis gástrica es grave o no se puede controlar con dieta suave o licuada, podría ser necesaria la colocación de sondas de alimentación en el intestino delgado.

La cirugía para la gastroparesia está reservada para las personas con síntomas graves y refractarios, intolerancia a los medicamentos o mala nutrición por su enfermedad.