AMBLIOPÍA Corregir los defectos de visión evita problemas de rendimiento escolar en niños

El ojo vago es la disminución de la capacidad visual de uno o ambos ojos por falta de uso durante el período de aprendizaje visual. Al nacer, el sentido de la vista no está desarrollado por completo.

La maduración de la visión requiere de un largo aprendizaje que se inicia en el nacimiento y finaliza a los 8-9 años aproximadamente, siendo los 4 primeros los de mayor plasticidad y progresión.

Es una patología que se origina en la infancia pero que si no se diagnostica y trata a tiempo persistirá en la edad adulta.

En muchos casos, al ver bien por uno de los dos ojos, el niño no presenta sintomatología y se desenvuelve con total normalidad, por lo que la ambliopía no se diagnostica hasta que el paciente realiza una revisión rutinaria. Sin embargo, existen una serie de signos y síntomas que pueden alertar a familias, profesores y cuidadores sobre la presencia de algún problema ocular:
•Torcer la cabeza para enfocar, parpadeo constante
•Enrojecimiento ocular frecuente
•Bajo rendimiento escolar
•Que se acerque al papel o tenga dificultad con la pizarra
•Cefalea frecuente al final del día
•Presentar el párpado caído y temblor involuntario de los ojos
•Desviación de un ojo
•Guiñar o cerrar un ojo con frecuencia
•Falta de coordinación o tropiezos frecuentes



La posibilidad de recuperación del ojo vago es alta si se diagnostica y trata antes de los 4 años, edad a partir de la cual disminuye progresivamente. Lo que no aprendemos a ver en los primeros años de la vida, no se va a recuperar posteriormente en la edad adulta.

Para el tratamiento de la ambliopía el primer paso es identificar la causa y corregirla. Si existe un defecto refractivo debemos corregirlo con gafas o lentes de contacto, si hay un obstáculo visual o afección puede ser necesario realizar cirugía para eliminarla.

Detectar y tratar el ojo vago a tiempo es fundamental para evitar problemas visuales en el futuro.

No actuar a tiempo puede condenar al niño a tener un ojo vago de por vida, por lo que es vital el diagnóstico temprano. Nunca es pronto para una primera revisión, mientras que en otras ocasiones sí puede ser demasiado tarde.

El objetivo del tratamiento es fortalecer el ojo más débil. La duración del tratamiento depende de la edad de su hijo y de la gravedad de la ambliopía. Algunos niños pueden necesitar tratamiento durante unos meses, mientras que otros pueden necesitarlo durante unos años.