Síndrome de Guillain-Barré Importancia de una atención médica inmediata

Imagina despertar una mañana con un extraño hormigueo en los dedos de los pies. Al principio, piensas que no es nada, quizás solo fatiga o un leve calambre muscular. Pero con el paso de los días, el hormigueo se extiende a piernas, brazos e incluso cara. De repente, tareas sencillas como caminar o sostener una taza se vuelven difíciles.

En el síndrome de Guillain-Barré, el sistema inmunitario del organismo ataca parte del sistema nervioso periférico.

El síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles.

Los primeros síntomas de este síndrome incluyen debilidad o una sensación de hormigueo. Suelen empezar en las piernas y pueden extenderse a los brazos y a la cara.

En algunos casos, estos síntomas pueden provocar parálisis en las piernas, los brazos o los músculos faciales. En aproximadamente un tercio de los pacientes, los músculos torácicos se ven afectados, lo que dificulta la respiración.

En los casos más graves del síndrome de Guillain-Barré, la capacidad para hablar y para deglutir pueden verse afectadas.



Los síntomas del SGB suelen aparecer repentinamente y empeorar rápidamente en cuestión de horas, días o semanas.

Los primeros signos pueden parecer leves, pero pueden agravarse rápidamente.

Con un diagnóstico temprano y la atención adecuada, la mayoría de las personas se recuperan por completo, aunque la recuperación puede tardar semanas, meses o incluso años.

El síndrome de Guillain-Barré es una afección compleja e impredecible, pero comprender sus causas, reconocer sus síntomas y buscar tratamiento oportuno puede mejorar significativamente los resultados.