MIASTENIA GRAVIS La enfermedad de muchas caras

La miastenia gravis es un trastorno que puede hacer que los músculos se debiliten y se cansen fácilmente. El trastorno puede afectar a los músculos que controlan el movimiento de los ojos y los párpados. Esto puede causar la caída del párpado o visión doble.

La mayoría de las personas que tienen estos síntomas oculares de miastenia, pueden desarrollar debilidad en otros músculos en uno o dos años.

Este tipo más amplio de miastenia afecta a los músculos de la cara, los ojos, los brazos y las piernas. Posteriormente, también afecta a los músculos que se usan para masticar, tragar y hablar.

La parte grave de la miastenia es especialmente evidente cuando la debilidad compromete a los músculos respiratorios. En estos casos se puede producir disnea e insuficiencia respiratoria aguda llegando a necesitar ingreso hospitalario.

Esta situación se denomina crisis miasténica.

Cuando se padece esta condición, es normal tener períodos de debilidad muscular seguidos por períodos sin síntomas o pocos síntomas.



A día de hoy se considera que se trata de una enfermedad autoinmune, esto quiere decir que nuestro propio sistema de defensa inmunológico, por error, es capaz de reconocerlo como extraño, atacar y destruir algún componente de los tejidos de nuestro propio organismo. Hay varios anticuerpos descritos como causantes, especialmente el anticuerpo anti-receptor de acetil colina. Es una enfermedad poco frecuente y aunque puede aparecer a cualquier edad, suele comenzar a manifestarse entre la segunda o tercera década de la vida.

Esta enfermedad se asocia de forma frecuente también con una patología a nivel del timo. Éste es un órgano inmunológico que tiene importancia en la infancia y con el tiempo va desapareciendo.

También se puede asociar a otras enfermedades autoinmunes y con afecciones como el hipotiroidismo.

La miastenia gravis es una afección tratable; muchas personas pueden vivir una vida normal después del tratamiento.