Artritis reumatoide cUn daño articular progresivo
La artritis reumatoide es una enfermedad relativamente frecuente. Afecta más a las mujeres que a los hombres y puede comenzar a cualquier edad, aunque habitualmente aparece en edades medias de la vida.
Es una condición autoinmune, progresiva, incapacitante y prolongada. Provoca inflamación y dolor articular. Se produce cuando el sistema inmunitario no funciona adecuadamente y ataca el recubrimiento de las articulaciones, llamado sinovio.
La enfermedad suele afectar las manos, las rodillas y los tobillos, y generalmente la misma articulación en ambos lados del cuerpo. Sin embargo con un tratamiento adecuado a tiempo disminuye la progresión articular y discapacidad.
La artritis reumatoide también causa problemas en otras partes del cuerpo, como los ojos, el corazón, el sistema circulatorio y los pulmones.
En una persona sana, el sistema inmunitario combate a los invasores, como las bacterias y los virus. Con una enfermedad autoinmune como la AR, el sistema inmunitario confunde a las células del cuerpo con invasores extraños y libera sustancias químicas inflamatorias que atacan a dichas células.
De esta forma, la AR ataca al sinovio, el tejido que recubre las articulaciones y que produce un líquido que ayuda a que las articulaciones se muevan correctamente.
El sinovio inflamado se engrosa y provoca dolor, sensibilidad, enrojecimiento e hinchazón en la zona de la articulación, y dificultad para mover la articulación, entre otros síntomas característicos de esta enfermedad:
•Dolor articular, sensibilidad, hinchazón o rigidez que dura seis semanas o más.
•Rigidez matutina que dura 30 minutos o más.
•Más de una articulación afectada.
•Las articulaciones pequeñas (como las muñecas y determinadas articulaciones de las manos y los pies) suelen verse afectadas primero.
•La enfermedad afecta a las mismas articulaciones en ambos lados del cuerpo.
Una rutina de ejercicios puede ser benéfica para fortalecer las articulaciones y mejorar la condición física, sobre todo si se realiza bajo supervisión de tu reumatólogo. En personas con sobrepeso, la reducción de éste mejora el dolor de las articulaciones sustancialmente.
Una de las principales dificultades es que sus síntomas pueden comenzar de forma gradual y pasar desapercibidos. Cuanto antes se detecte, mayores son las posibilidades de controlar la enfermedad y evitar el daño articular irreversible.